16 febrero 2025
Barcelona, un lugar para volver
Sin lugar a duda la ciudad mediterránea hace tiempo que ha conseguido ganarse el corazón de medio mundo. Gracias a sus múltiples atractivos turísticos y a su ordenado “Eixample”, la ciudad supo transformar su fisionomía abriéndose al mar, para entregar su mejor versión al mundo en 1992, cuando fue sede olímpica.
Barcelona es, hoy en día, una ciudad abierta, acogedora, inclusiva, multicultural y, sobre todo, amable con el viajero que encuentra, aquí, el lugar donde querer volver siempre. Su gastronomía mundialmente reconocida, su clima amable durante todo el año y su gran oferta cultural, hacen de ella la ciudad ideal para el visitante.
Monumental
Enmarcada en una de las arterias comerciales más importantes de la ciudad, el Paseo de Gracia cuenta con numerosos edificios de interés cultural. El arquitecto Antoni Gaudí construyó en este céntrico paseo, algunos de los edificios modernistas más emblemáticos de la ciudad: La Casa Milà (conocida popularmente como La Pedrera) o la Casa Batlló, proyectada en el mejor momento artístico del arquitecto -primera década del s.XX- y que encontró en los elementos de la naturaleza su inspiración.
Veloz
La obra maestra del arquitecto Antoni Gaudí. Iniciada en 1882 y aún en construcción por su majestuosidad arquitectónica, se convertirá una vez terminada, en la iglesia cristiana más alta del mundo. Auténtico emblema de la ciudad se trata del máximo exponente de la arquitectura modernista catalana.
Cultural
Fue diseñado por el arquitecto Josep Vilaseca con motivo de la Exposición Universal de 1888, siendo la puerta de acceso al recinto ferial. Ubicado en el Passeig Lluís Companys, el Arco de Triunfo barcelonés tiene una altura de 30 metros. Vilaseca se inspiró en el estilo neomudéjar y contó con la colaboración de numerosos artistas para la ornamentación escultórica
Cosmopolita
Esta escultura de 57 metros de altura homenajea al descubridor y navegante Cristóbal Colón. Situada al final de las emblemáticas Ramblas barcelonesas, enfrente del puerto Viejo, fue inaugurado con motivo de la Exposición Universal de 1888. Con su dedo meñique señalando al mar, el monumento a Colón contó con la participación de varios artistas en su construcción.
Gastronómica
Las emblemáticas torres venecianas, emblema de la salida y llegada de la maratón barcelonesa, fueron construidas como puerta de entrada a la Exposición Universal de 1929. Hoy en día marcan el final de la Avenida Mª Cristina que en su extremo opuesto, cuenta con la Fuente Mágica. Construida por Carles Buïgas, también con el pretexto de la Exposición Universal, se trata del mayor espectáculo de luz, agua, música y color de la ciudad. Ubicada a los pies del MNAC (Museo Nacional de Arte de Catalunya), estas fuentes representan el principal elemento de un juego de agua y luz que ocupa toda la Avenida Mª Cristina.